domingo, 24 de febrero de 2013

Rise


Han pasado tres días desde que llegué a Buenos Aires y no voy a decir que no me siento extraña, es raro levantarme por las mañanas y no escuchar el sonido de la radio que viene desde el dormitorio de mi abuela, no ver a mamá preparando el café de la mañana o a Ramón (el gato) deambulando por las mesas en busca de comida. Todo eso es raro, estar sola lo es más. Creo que el hecho de compartir espacio conmigo misma me hace pensar, demasiado quizás y aún trato de descifrar que tan bueno o malo pueda llegar a ser eso. No sé porqué pero cuando una está sola piensa en todo lo que ha hecho y lo que ha dicho, en las cosas buenas, en las cosas malas, en las cosas en general. Pienso a veces en cosas que dije que no debí y cosas que hice que fueron errores, de esa clase de errores que luego una analiza y se dice a sí misma: “Qué hubiera pasado si no hubiese hecho tal cosa.” Ser impulsiva tiene sus cosas buenas pero tiene muchas más cosas malas.

No voy a negar que cuando me subí al bus rumbo a Colonia para cruzar a Buenos Aires me sentí mal, me sentí triste y lloré. Es bastante extraño decirlo públicamente. Porque no me gusta llorar, en mi diccionario eso demuestra debilidad y me hace darme cuenta que soy frágil y lo soy, odio serlo pero es como soy. Pienso que estoy tomando esto con tranquilidad y fortaleza, estoy bien aunque hay veces que me siento sola, que me hace falta tener a ciertas personas a mi lado. Parte del proceso, algo que debo superar para poder seguir adelante y creo que lo voy a lograr.

Los que no entienden por qué hago esto deben ponerse en mi lugar por una sola vez. Entender que mi decisión ha sido la de servir y llegar a las personas desde una posición mucho más responsable. Deben creer en lo que creo para comprender. Mi familia quiere que vuelva y me prometen el oro si lo hago, pero… ¿De qué me sirve el oro si no me siento feliz? He hecho todo lo que me han dicho, he cumplido con los deseos de mi familia por años hasta que un día me desgaté, un día me di cuenta que estaba haciendo algo que no era parte de mi, destruyendo mi esencia sin razón alguna. No puedo cambiar lo que soy y no quiero disfrazar lo que soy. Quiero hacer algo por los demás, ayudar, hacer feliz a la gente, llegar a la gente. Soy buena en pocas cosas y muy mala en muchas otras, quiero poder remediar errores pasados y aprender de los futuros.

Admito que estoy asustada o lo estaba, hoy es un día peculiarmente raro. Me siento feliz pero culpable, porque mi familia no lo está. No puedo dejar de estar ligada a ellos pero si pienso demasiado querré cumplir con sus deseos y no quiero hacerlo, quiero poder cumplir los míos. Así que si alguien de mi familia está leyendo esto, espero que entiendan que ya inicié este camino y que no voy a dar marcha atrás. Que es lo que QUIERO, que es lo que me hace FELIZ en este momento, que voy a intentar hacer lo mejor que pueda para poder cumplir con las expectativas de quienes me esperan en Misiones.

Sé que quiero escribir y sé también que luego de este año decidiré si quiero dedicar mi vida a servir a los demás, aunque de alguna manera he servido a los demás, a mi manera. Sobre todo con mis amigos y con mi familia, aunque a veces no se den cuenta.

Buenos Aires es una ciudad agobiante, demasiadas personas, demasiado ruido todo el día, demasiado transito, demasiado de todo. Gracias a Dios me mandan a un lugar lleno de verde, me vuelve loca el ritmo de las ciudades grandes, me volvía loca el ritmo de Montevideo. Pero no todo es malo, me gusta salir a caminar un rato todos los días por el barrio y ver cosas que la gente no ve, detalles. Conocer platos nuevos, que por cierto cuando llegue a Misiones me cuido, estos días he comido mucho. Buenos Aires es linda, para pasear, el ritmo de vida aquí es imposible, hay que hacer todo a una velocidad abismal, como si uno tuviese que tomar el papel de correcaminos. Definitivamente no podía escribir con tranquilidad aquí, me sorprende que lo esté haciendo ahora, pero supongo que antes no podía, demasiadas cosas en las que pensar.

Como sea, es una entrada extensa, la dejaré por aquí. Hoy no habrá consigna pero les aviso a quienes me leen que pronto voy a abrir otro blog (vaya uno a saber cómo voy a hacer para escribir dos blogs con dos propuestas tan opuestas). No les voy a contar mucho más, quédense con la intriga (MUAHAHAHAHA). 

Free your mind!

viernes, 15 de febrero de 2013

The suitcases

Llega el momento en la vida de toda mujer u hombre, en la que el mismo debe guardar en una maleta lo que usará durante una semana, un mes o en mi caso, un año. Y las maletas señoras y señores, son la cosa más jodida del mundo. Personalmente creo que para los hombres es mucho más fácil, porque si nos ponemos a pensar ellos no tienen tanta variedad de cosas como nosotras.

En primer lugar, ¿Qué metemos en una maleta? ¿Guardamos en ella cosas necesarias? O ¿Guardamos en ella cosas de "por si acasos"? Cuando uno se va de campamento sabe que menos es más, así que simplemente lleva lo que necesariamente va a usar. La cosa es cuando uno se va de vacaciones, porque aunque no quieran hacerlo, terminarán llenándola de "por si acasos". Me voy a llevar tres pijamas porque nunca se sabe qué pueda pasar con los otros dos. Cuando una se va de vacaciones piensa en los siguientes puntos:

  • Tengo que llevar dos bikinis, porque mientras se seca uno, uso el otro (este tiene algo de lógica).
  • Debería llevar algo lindo por si salimos en la noche.
  • Y también debería llevar un vestido y tal vez unos tacos por si salimos a un boliche copado.
  • ¿Llevar cartera de mano o bolso? Llevaré las dos por si salimos a pasear y tenga que usar la cartera de mano.

Mujeres, somos complejas con la ropa desde el inicio de los tiempos. Y no es machismo, no. Es la REALIDAD. Ahora bien, ¿Qué pasa cuando una persona tiene que hacer sus maletas para irse un año? Es algo complicado, es como que miras tu guardarropas y todo tu cuarto, luego miras las dos únicas maletas que tienes para llevar y piensas: Estoy jodida.

Hoy me toca hacer las maletas y las voy a hacer hoy porque el fin de semana estaré fuera de casa. El problema no está en hacer las maletas, el problema está en que tengo demasiada ropa (Arjona, esta frase es para vos). Dos maletas, una chica y una grande. En la chica va a ir el calzado y en la grande todo lo demás. Ya sé que por la zona tengo que llevar ropa cómoda y fresca (porque me voy a morir de calor), evitar la ropa blanca (por la tierra colorada) y no pensar demasiado en el invierno (que es casi inexistente allá). No voy a dejar de llevar abrigo pero no es como si me fuera a un lugar donde cae nieve en invierno.

Además de la ropa tienen que entrar otras cosas, como el maquillaje (el amado maquillaje), los objetos más preciados (que no pasan de ser cinco, por suerte), lástima que no me puedo llevar a mi gato. Hoy va a ser un día de mucho estrés, mucho estrés, más por cómo voy a meter toda mi ropa en esas dos valijas. 

Como sea, la consigna de hoy es a futuro. Cuando les toque hacer una valija no la llenen de "pos si acasos" que luego eso pesa una vida y no hay quien quiera arrastrar con ella.

Free your mind!

martes, 12 de febrero de 2013

Do me a favor, smile

Durante el fin de semana me di cuenta de muchas cosas, como por ejemplo que mis amigos son mi segunda familia y que los voy a extrañar. Obviamente sé que van a estar bien y eso me saca mucho peso de encima, porque cuando uno emprende otro camino, separado de los demás es difícil pero llega un momento en el que es necesario y la separación, la distancia puede incluso afianzar lazos que se vuelven indestructibles. Personalmente tengo mis lazos amistosos fuertes, más con unos que otros pero es natural, todos los amigos no pueden saber todo sobre uno, y no a todos los amigos se les puede dar la confianza absoluta. Como sea, luego de pasar un fin de semana con ellos me di cuenta de cuanto los quiero pero mi amor no es más grande que el que siento con este proyecto. Porque en esta vida se aman pocas cosas y en mis casi veintiún años he amado poco y suficiente, y lo digo sinceramente, amo la idea del voluntariado, amo la idea de generar cambio, amo la vida y la libertad. Si no sintiera amor no me hubiese postulado para dedicar un año de mi vida a algo más grande que mi propio entorno. Las personas deberían moverse por amor y no por ambición. 

En estos meses (desde que me dieron la noticia que me iba a Eldorado, Misiones - Argentina) me han pasado muchas cosas por la cabeza. Los típicos nervios, el miedo, el no poder dormir, la ansiedad típica cuando se emprende algo nuevo, muchas cosas pero en ningún momento experimenté siquiera algo parecido al arrepentimiento. Sé que muchos me dicen: "Si no te gusta podes volver" "No te vamos a decir nada si no podes con la presión" Yo me pregunto a menudo ¿Tan poco me conocen? Seamos realistas con esto, desde que tengo uso de razón jamás me he dejado vencer por nada, por NADA. Es verdad que algunas decisiones me han hecho caer, que me he golpeado pero es parte de la vida, del crecimiento y de la madurez. ¿Qué sería de nosotros sin miedo? ¿Qué sería de nosotros sin errores? Siempre me he dicho a mi misma que pueden pasar muchas cosas, que en esta vida nada es color de rosa, que a donde vayas siempre habrán buenos y malos momentos, serás feliz y sentirás tristeza, y cometemos errores a lo largo de todo esto pero el error más grande es dejarse rendir por la presión, no hacer algo por "Miedo a..." Así que, para los que leen este blog (imagino serán dos o tres personas) les digo: Yo no me quiebro y si lo hago no lo digo. No me rindo, y lo más importante, doy todo de mí cuando me mueve el corazón. Pensar con la cabeza es necesario, pero realizar las cosas con el corazón es como respirar, es básico e indispensable. 

Nueve días y contando. Ayer terminé de desarmar mi cuarto, a fines de esta semana estaré preparando la valija, organizando todo y en serio no sé cómo voy a meter toda mi ropa en esas dos valijas. La ropa, las fotos, los libros, los zapatos, el maquillaje, las carteras, la netbook, el kindle, los objetos más preciados, los dos cuadros de mariposas (que me los voy a llevar aunque tenga que sacar ropa para que entren, sí así de preciados son para mi), MUCHAS cosas para solo dos valijas y un bolso de viaje. Estoy pensando seriamente en llevar una caja, aunque me parece mucho. No sé, ya veré como resuelvo las cuestiones del equipaje. 

Hoy la consigna es hacerle caso al título. Sonrían y no dejen de hacerlo, el mundo necesita gente más alegre porque lo más revolucionario en estos días es conservar la alegría.

Free your mind!

miércoles, 6 de febrero de 2013

Day of fire!

Todos creemos saber sobre situaciones difíciles, sobre cosas que nos cuestan hacer pero creo, por experiencia propia, que no se sabe lo que es realmente difícil hasta que una debe desarmar su cuarto. Ayer me toco hacerlo, era necesario porque se me adelantó el viaje y quiero tener todo listo, más sabiendo que estoy llena de actividades y viajes. Un camping el fin de semana, una ida a Nueva Helvecia muy necesaria, la organización de mi cumpleaños-despedida, la preparación de las valijas, los detalles de los trámites finales, en fin, un millar de cosas. Ayer quité el mural que tanto me costó hacer, fue como comenzar a quitar partes de mi misma y las veía caer sobre la bolsa de basura, es como un sentimiento de pérdida pero a la vez un sentimiento de nuevo comienzo, nuevas oportunidades (tengo esta cosa virtud-defecto de ver el lado bueno de las cosas).

Ya no siento nervios, por suerte he podido dormir y eso me alivia ya que estoy tratando de cambiar mi reloj biológico para dormir en horarios NORMALES. Pero si siento ansias y algo de estrés, porque como digna perfeccionista quiero tener todo listo y me estreso un poco. 

Como sea, quince días para que me vaya, habrá que hacer magia con el tiempo.
No tengo mucho para decir, me sobran ideas pero en estos momentos no sé cómo plasmarlas (estas crisis que tenemos los que añoramos ser escritores...). 

Hoy la consigna es de lo más fácil: Tomen algo que hayan guardado por mucho tiempo, algo que tengan pero que no necesitan, que nunca usan y seamos realistas, algo que nunca van a usar. Sepárenlo, desháganse de él, descubrirán que cuando dejamos algo obtenemos otra cosa sin esperarlo. Hay que aprender a guardar por necesidad y no por coleccionar, nuestra vida no es un museo, es un libro lleno de páginas en blanco, no confundamos.

Free your mind!

viernes, 1 de febrero de 2013

Life is magic

Han pasado días desde que he tocado por última vez este teclado para escribir, incluso me ha pasado lo mismo con mi diario, miro el lápiz y miro las hojas pero mi mente desemboca en un sinfín de ideas que no puedo lograr ordenar. No me falta inspiración, me sobra y créanme cuando les diga que este tipo de cosas no pasan a menudo en la vida de un lector con ambiciones de escritor. 

Ya es primero de febrero y de hecho me aterra un poco la idea de que el tiempo esté pasando tan rápidamente, diez y ocho días para mi cumpleaños, es decir para cumplir veintiún años. Parece que fuera ayer cuando recién entraba al liceo (secundario) y recordarlo no me agrada. Los primeros años fueron... complicados aunque la palabra correcta sería decir que los primeros tres años del liceo experimenté eso llamado Bullying. No me avergüenza, creo que esas cosas pasan y si eres la nerd de la clase eres el blanco perfecto para eso. La adolescencia nunca es fácil, con todos esos cambios y dilemas existenciales... Pero cuando entré el bachillerato todo cambió, principalmente porque ya no me importaba lo que me hicieran o lo que me dijeran, en esos años consolide mi carácter. Me volví más oscura (refiriéndome a las vestimentas), hoy en día me sonrío cuando me recuerdo a mí misma llevando todas estas tachas. Son etapas, soy de las que piensan que a cierta edad de nuestra vida necesitamos aferrarnos a creencias que no son propias pero las tomamos como tales y a veces consideramos que tenemos que demostrarlo más allá del pensamiento, vestir de negro, escuchar música pesada, expresarlo al máximo. Siempre he dicho que los adolescentes son artistas, se expresan hasta por los poros. Por suerte crecemos y aprendemos de esas etapas, y al final si se tiene suerte uno puede decir que se ha encontrado a sí mismo.

Por eso la vida es magia, porque pasan cosas mágicas a lo largo de los años. Y cuando digo magia me refiero a todo, la magia puede ser la energía, la religión, la fortaleza. En lo que sea que crean, esa creencia es magia porque los mueve a tomar decisiones y les digo con toda franqueza, la capacidad de tomar decisiones es la base de la felicidad. Al menos es como yo lo veo.

Como sea, en poco tiempo me voy, los días están contados y tengo muchas cosas que hacer antes de irme o no tantas pero que ahora que ha llegado febrero las veo doblemente más difíciles que antes. Dicen tiempo al tiempo, a mi me encanta esa frase, he aprendido que la espera es la cosa más valiente que uno puede hacer, la capacidad de esperar sabiendo que no se sabe lo que nos espera, eso sí es coraje y el resto son tonterías. Hay tiempo para todo y ya tendré tiempo de hacer lo que deba hacer, de lo que necesite hacer y el resto... ya las culminaré en el momento que deba hacerlo.

La consiga de hoy es: Tomen algo de esos años pasados, algo que les de recuerdos, sean buenos o malos, porque los recuerdos son la fortaleza del presente.

Free your mind!