viernes, 1 de febrero de 2013

Life is magic

Han pasado días desde que he tocado por última vez este teclado para escribir, incluso me ha pasado lo mismo con mi diario, miro el lápiz y miro las hojas pero mi mente desemboca en un sinfín de ideas que no puedo lograr ordenar. No me falta inspiración, me sobra y créanme cuando les diga que este tipo de cosas no pasan a menudo en la vida de un lector con ambiciones de escritor. 

Ya es primero de febrero y de hecho me aterra un poco la idea de que el tiempo esté pasando tan rápidamente, diez y ocho días para mi cumpleaños, es decir para cumplir veintiún años. Parece que fuera ayer cuando recién entraba al liceo (secundario) y recordarlo no me agrada. Los primeros años fueron... complicados aunque la palabra correcta sería decir que los primeros tres años del liceo experimenté eso llamado Bullying. No me avergüenza, creo que esas cosas pasan y si eres la nerd de la clase eres el blanco perfecto para eso. La adolescencia nunca es fácil, con todos esos cambios y dilemas existenciales... Pero cuando entré el bachillerato todo cambió, principalmente porque ya no me importaba lo que me hicieran o lo que me dijeran, en esos años consolide mi carácter. Me volví más oscura (refiriéndome a las vestimentas), hoy en día me sonrío cuando me recuerdo a mí misma llevando todas estas tachas. Son etapas, soy de las que piensan que a cierta edad de nuestra vida necesitamos aferrarnos a creencias que no son propias pero las tomamos como tales y a veces consideramos que tenemos que demostrarlo más allá del pensamiento, vestir de negro, escuchar música pesada, expresarlo al máximo. Siempre he dicho que los adolescentes son artistas, se expresan hasta por los poros. Por suerte crecemos y aprendemos de esas etapas, y al final si se tiene suerte uno puede decir que se ha encontrado a sí mismo.

Por eso la vida es magia, porque pasan cosas mágicas a lo largo de los años. Y cuando digo magia me refiero a todo, la magia puede ser la energía, la religión, la fortaleza. En lo que sea que crean, esa creencia es magia porque los mueve a tomar decisiones y les digo con toda franqueza, la capacidad de tomar decisiones es la base de la felicidad. Al menos es como yo lo veo.

Como sea, en poco tiempo me voy, los días están contados y tengo muchas cosas que hacer antes de irme o no tantas pero que ahora que ha llegado febrero las veo doblemente más difíciles que antes. Dicen tiempo al tiempo, a mi me encanta esa frase, he aprendido que la espera es la cosa más valiente que uno puede hacer, la capacidad de esperar sabiendo que no se sabe lo que nos espera, eso sí es coraje y el resto son tonterías. Hay tiempo para todo y ya tendré tiempo de hacer lo que deba hacer, de lo que necesite hacer y el resto... ya las culminaré en el momento que deba hacerlo.

La consiga de hoy es: Tomen algo de esos años pasados, algo que les de recuerdos, sean buenos o malos, porque los recuerdos son la fortaleza del presente.

Free your mind!

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