miércoles, 6 de febrero de 2013

Day of fire!

Todos creemos saber sobre situaciones difíciles, sobre cosas que nos cuestan hacer pero creo, por experiencia propia, que no se sabe lo que es realmente difícil hasta que una debe desarmar su cuarto. Ayer me toco hacerlo, era necesario porque se me adelantó el viaje y quiero tener todo listo, más sabiendo que estoy llena de actividades y viajes. Un camping el fin de semana, una ida a Nueva Helvecia muy necesaria, la organización de mi cumpleaños-despedida, la preparación de las valijas, los detalles de los trámites finales, en fin, un millar de cosas. Ayer quité el mural que tanto me costó hacer, fue como comenzar a quitar partes de mi misma y las veía caer sobre la bolsa de basura, es como un sentimiento de pérdida pero a la vez un sentimiento de nuevo comienzo, nuevas oportunidades (tengo esta cosa virtud-defecto de ver el lado bueno de las cosas).

Ya no siento nervios, por suerte he podido dormir y eso me alivia ya que estoy tratando de cambiar mi reloj biológico para dormir en horarios NORMALES. Pero si siento ansias y algo de estrés, porque como digna perfeccionista quiero tener todo listo y me estreso un poco. 

Como sea, quince días para que me vaya, habrá que hacer magia con el tiempo.
No tengo mucho para decir, me sobran ideas pero en estos momentos no sé cómo plasmarlas (estas crisis que tenemos los que añoramos ser escritores...). 

Hoy la consigna es de lo más fácil: Tomen algo que hayan guardado por mucho tiempo, algo que tengan pero que no necesitan, que nunca usan y seamos realistas, algo que nunca van a usar. Sepárenlo, desháganse de él, descubrirán que cuando dejamos algo obtenemos otra cosa sin esperarlo. Hay que aprender a guardar por necesidad y no por coleccionar, nuestra vida no es un museo, es un libro lleno de páginas en blanco, no confundamos.

Free your mind!

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