Han pasado tres días desde
que llegué a Buenos Aires y no voy a decir que no me siento extraña, es raro
levantarme por las mañanas y no escuchar el sonido de la radio que viene desde
el dormitorio de mi abuela, no ver a mamá preparando el café de la mañana o a
Ramón (el gato) deambulando por las mesas en busca de comida. Todo eso es raro,
estar sola lo es más. Creo que el hecho de compartir espacio conmigo misma me
hace pensar, demasiado quizás y aún trato de descifrar que tan bueno o malo
pueda llegar a ser eso. No sé porqué pero cuando una está sola piensa en todo
lo que ha hecho y lo que ha dicho, en las cosas buenas, en las cosas malas, en
las cosas en general. Pienso a veces en cosas que dije que no debí y cosas que
hice que fueron errores, de esa clase de errores que luego una analiza y se
dice a sí misma: “Qué hubiera pasado si no hubiese hecho tal cosa.” Ser
impulsiva tiene sus cosas buenas pero tiene muchas más cosas malas.
No voy a negar que cuando
me subí al bus rumbo a Colonia para cruzar a Buenos Aires me sentí mal, me
sentí triste y lloré. Es bastante extraño decirlo públicamente. Porque no me
gusta llorar, en mi diccionario eso demuestra debilidad y me hace darme cuenta
que soy frágil y lo soy, odio serlo pero es como soy. Pienso que estoy tomando
esto con tranquilidad y fortaleza, estoy bien aunque hay veces que me siento
sola, que me hace falta tener a ciertas personas a mi lado. Parte del proceso,
algo que debo superar para poder seguir adelante y creo que lo voy a lograr.
Los que no entienden por
qué hago esto deben ponerse en mi lugar por una sola vez. Entender que mi decisión
ha sido la de servir y llegar a las personas desde una posición mucho más responsable.
Deben creer en lo que creo para comprender. Mi familia quiere que vuelva y me
prometen el oro si lo hago, pero… ¿De qué me sirve el oro si no me siento feliz?
He hecho todo lo que me han dicho, he cumplido con los deseos de mi familia por
años hasta que un día me desgaté, un día me di cuenta que estaba haciendo algo
que no era parte de mi, destruyendo mi esencia sin razón alguna. No puedo
cambiar lo que soy y no quiero disfrazar lo que soy. Quiero hacer algo por los
demás, ayudar, hacer feliz a la gente, llegar a la gente. Soy buena en pocas
cosas y muy mala en muchas otras, quiero poder remediar errores pasados y
aprender de los futuros.
Admito que estoy asustada o
lo estaba, hoy es un día peculiarmente raro. Me siento feliz pero culpable,
porque mi familia no lo está. No puedo dejar de estar ligada a ellos pero si
pienso demasiado querré cumplir con sus deseos y no quiero hacerlo, quiero
poder cumplir los míos. Así que si alguien de mi familia está leyendo esto,
espero que entiendan que ya inicié este camino y que no voy a dar marcha atrás.
Que es lo que QUIERO, que es lo que me hace FELIZ en este momento, que voy a
intentar hacer lo mejor que pueda para poder cumplir con las expectativas de
quienes me esperan en Misiones.
Sé que quiero escribir y sé
también que luego de este año decidiré si quiero dedicar mi vida a servir a los
demás, aunque de alguna manera he servido a los demás, a mi manera. Sobre todo
con mis amigos y con mi familia, aunque a veces no se den cuenta.
Buenos Aires es una ciudad
agobiante, demasiadas personas, demasiado ruido todo el día, demasiado
transito, demasiado de todo. Gracias a Dios me mandan a un lugar lleno de
verde, me vuelve loca el ritmo de las ciudades grandes, me volvía loca el ritmo
de Montevideo. Pero no todo es malo, me gusta salir a caminar un rato todos los
días por el barrio y ver cosas que la gente no ve, detalles. Conocer platos
nuevos, que por cierto cuando llegue a Misiones me cuido, estos días he comido
mucho. Buenos Aires es linda, para pasear, el ritmo de vida aquí es imposible,
hay que hacer todo a una velocidad abismal, como si uno tuviese que tomar el
papel de correcaminos. Definitivamente no podía escribir con tranquilidad aquí,
me sorprende que lo esté haciendo ahora, pero supongo que antes no podía,
demasiadas cosas en las que pensar.
Como sea, es una entrada
extensa, la dejaré por aquí. Hoy no habrá consigna pero les aviso a quienes me
leen que pronto voy a abrir otro blog (vaya uno a saber cómo voy a hacer para
escribir dos blogs con dos propuestas tan opuestas). No les voy a contar mucho más,
quédense con la intriga (MUAHAHAHAHA).
Free your mind!
Me gusta que seas feliz.
ResponderEliminaraguante la felicidad y que los demas se pudran si no lo haceptan, cuando saques ese nuevo blog tirame el linck por ahi
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