viernes, 15 de febrero de 2013

The suitcases

Llega el momento en la vida de toda mujer u hombre, en la que el mismo debe guardar en una maleta lo que usará durante una semana, un mes o en mi caso, un año. Y las maletas señoras y señores, son la cosa más jodida del mundo. Personalmente creo que para los hombres es mucho más fácil, porque si nos ponemos a pensar ellos no tienen tanta variedad de cosas como nosotras.

En primer lugar, ¿Qué metemos en una maleta? ¿Guardamos en ella cosas necesarias? O ¿Guardamos en ella cosas de "por si acasos"? Cuando uno se va de campamento sabe que menos es más, así que simplemente lleva lo que necesariamente va a usar. La cosa es cuando uno se va de vacaciones, porque aunque no quieran hacerlo, terminarán llenándola de "por si acasos". Me voy a llevar tres pijamas porque nunca se sabe qué pueda pasar con los otros dos. Cuando una se va de vacaciones piensa en los siguientes puntos:

  • Tengo que llevar dos bikinis, porque mientras se seca uno, uso el otro (este tiene algo de lógica).
  • Debería llevar algo lindo por si salimos en la noche.
  • Y también debería llevar un vestido y tal vez unos tacos por si salimos a un boliche copado.
  • ¿Llevar cartera de mano o bolso? Llevaré las dos por si salimos a pasear y tenga que usar la cartera de mano.

Mujeres, somos complejas con la ropa desde el inicio de los tiempos. Y no es machismo, no. Es la REALIDAD. Ahora bien, ¿Qué pasa cuando una persona tiene que hacer sus maletas para irse un año? Es algo complicado, es como que miras tu guardarropas y todo tu cuarto, luego miras las dos únicas maletas que tienes para llevar y piensas: Estoy jodida.

Hoy me toca hacer las maletas y las voy a hacer hoy porque el fin de semana estaré fuera de casa. El problema no está en hacer las maletas, el problema está en que tengo demasiada ropa (Arjona, esta frase es para vos). Dos maletas, una chica y una grande. En la chica va a ir el calzado y en la grande todo lo demás. Ya sé que por la zona tengo que llevar ropa cómoda y fresca (porque me voy a morir de calor), evitar la ropa blanca (por la tierra colorada) y no pensar demasiado en el invierno (que es casi inexistente allá). No voy a dejar de llevar abrigo pero no es como si me fuera a un lugar donde cae nieve en invierno.

Además de la ropa tienen que entrar otras cosas, como el maquillaje (el amado maquillaje), los objetos más preciados (que no pasan de ser cinco, por suerte), lástima que no me puedo llevar a mi gato. Hoy va a ser un día de mucho estrés, mucho estrés, más por cómo voy a meter toda mi ropa en esas dos valijas. 

Como sea, la consigna de hoy es a futuro. Cuando les toque hacer una valija no la llenen de "pos si acasos" que luego eso pesa una vida y no hay quien quiera arrastrar con ella.

Free your mind!

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