miércoles, 23 de enero de 2013

Begin again

"Love, how many roads to obtain a kiss, what lonely wanderings before finding you!"
 Ayer me daba cuenta de lo difícil que puede ser escribir sobre amor. Porque por más que uno sepa sobre el tema, por más que te hayas enamorado alguna vez, plasmar ese sentimiento tan grande sobre el papel (en mi caso sobre la hoja del Word) es de las cosas más complicadas, difíciles e insoportables que puede haber. No es tan fácil cuando se está del otro lado de la pantalla, pensando cosas como: «Debo lograr que el lector sienta lo que sienten los personajes». Es TERRIBLEMENTE difícil lograrlo, pero como digo... aún estoy en el proceso y seguramente (conociéndome) deba corregir cuanto detalle exista para que la lectura sea de lo más fluida posible. 

En fin. El amor es tan complicado en la ficción como en la realidad. Aunque si se está enamorado uno hace... bueno, hace locuras. Como por ejemplo, publicar indirectas (MUY DIRECTAS) en Facebook, escuchar música auto-destructiva para sentirse peor, pensar miles de cosas: «Debe estar con otra», «Seguro tiene novia y no me quiere decir», «No quiere nada más conmigo», «Jamás le importé», «Solo fui un instante en su vida», entre otros pensamientos aún más auto-destructivos que escuchar Arjona mientras comes helado. Puede sonar extremista, pero cualquier mujer enamorada lo ha hecho. 

La gente me pregunta: ¿Estás enamorada? ¿Te gusta alguien? Y yo siempre trato de evadir las respuestas, de sacar otro tema, porque vamos, Florencia Romero tiene la fachada de ser más piedra que corazón, al menos en los asuntos amorosos. A veces me gusta pensar que la gente me lo cree pero tarde o temprano me conocen y descubren que no soy tan piedra como aparento y, que soy más frágil de lo que me gustaría. No voy a negar que nunca me han lastimado por amor, porque siendo realistas, a todos nos han lastimado. Algunos lo superan, otros mantienen rencores y otros esperan a que la herida cierre, porque algunas heridas jamás se curan, hay heridas que te marcan la piel y el corazón, heridas que dejan grandes cicatrices. La respuesta a esas dos preguntas es: Sí. ODIO admitirlo, de verdad que si, pero no puedo seguir negándome. Esta es una de esas confesiones de la cual me voy a arrepentir toda mi vida, pero como dudo que muchas personas lean este blog, de alguna manera me siento más segura y no tan preocupada. 

Hay quienes luchan por amor y deben hacerlo. Porque amor no es solo sentir atracción por alguien, o encontrar en otra persona lo que necesitamos, no se trata simplemente de complementarse el uno al otro. Es así con todos los tipos de amor que hay (que son muchos), amar a un amigo, a un familiar, amar tu vocación, amar a tu pareja, por todos esos tipos de amor hay que luchar. Luchar hasta que te queden más alientos, luchar hasta el final porque la vida sin lucha no es vida.

La frase citada más arriba se la dedico a alguien, no creo que lea este blog pero se la dedico igual. 

La consigna de hoy va a ser una que me gustaría recuerden siempre, en su día a día: Nunca dejen de luchar. Por lo que sea que quieran luchar, por un amigo, por un familiar, por un trabajo, por una vocación, por un proyecto, por una aventura, por un amor... por lo que sea, pero jamás, JAMÁS dejen de luchar. 
Caer está permitidolevantarse es obligatorio!"
 Free your mind!


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