Ayer me pasé todo el día preguntándome a mí misma si lo que me habían dicho era cierto, si no era todo un sueño del cual despertaría pronto. Pero no... nada fue un sueño y ahora todo es más real que nunca. Me cuesta caer que en menos de cuatro meses me encontraré lejos de mi hogar para adaptarme a una nueva ciudad, a un nuevo país, a otras costumbres, volver a comenzar desde cero. No tengo miedo porque en estos veinte años me he mudado doce veces de casa y de alguna manera, estoy acostumbrada a adaptarme a lugares nuevos. Pero esto, esto es completamente diferente porque voy a estar lejos de todo, de mi familia, de mis amigos, de los círculos a los que estoy habituada. No se trata de arrepentimiento, se trata de reflexión, de pensar que a partir de ahora mi vida va a girar en torno a el cambio al que me voy a enfrentar. No quiero exagerar, no me voy a ir al otro lado del mundo, pero me voy al fin y al cabo, a otro país, a hacer lo que me gusta, a hacer algo que deseaba tanto...
La gente dice que ser soñador no te lleva a nada pero no estoy segura de que sea así. Creo que cuando uno sueña se da la oportunidad de ver el mundo con otros ojos. Y si tienen suerte, los que sueñan mucho, como yo, será recompensados tarde o temprano. Si hay algo de lo que estoy consciente es que si uno le sonríe a la vida, la vida le devuelve esa misma sonrisa de una forma hermosa y grande.
A veces hay que salirse de la estructura, a veces no podemos dejar de ser diferentes a los demás. A veces hay que tomar valor y decidir lo que es realmente bueno para nosotros, y no para los demás. A veces hay que se nosotros mismos, a veces hay que aceptar que no se puede cambiar porque el mundo no se quiera adaptar a nosotros, a veces hay que decir, como menciona la canción: "Quiero ser el verbo puedo"
Free your mind!
No hay comentarios:
Publicar un comentario