Uno se queja a menudo de la vida,
que la vida nos da una cosa pero nos quita otra, que la vida es injusta, bla,
bla, bla. Somos lo que damos y eso, definitivamente es un hecho, aunque hay
veces que algunos tienen mejor suerte que otros y para los ojos de algunos,
esas personas que han sido “iluminadas” con la gran virtud de la suerte, no se
lo merecen. Yo creo en muchas cosas (eso ya lo saben todos), creo en Dios, a
veces en el Destino pero la fe es lo que me mueve. Y sí, es verdad que algunos reciben
más de lo que deberían, pero todo es parte de un solo propósito, de algo que ya
está predestinado. Porque de verdad, no creo en las casualidades. Trato de
pensar que todo pasa por algo, que se nos dan cosas por una sola razón. A mi me
pasa con frecuencia pensar que tengo muchas cosas buenas, cosas que quizás no merecemos,
porque vamos… todos hemos cometido errores en nuestras vidas, a veces si se es impulsivo
como yo, metemos la pata con una habilidad anormal. Me gusta pensar que si a
uno le pasan muchas cosas buenas es porque a pesar de los errores cometidos,
alguien, en algún lugar, sea Dios o lo que sea, piensa que al fin y al cabo
somos humanos, que las malas experiencias nos han hecho crecer y que somos
merecedores de lo que se nos da. A veces hay cosas que aparecen en nuestra
vida, de una forma fugaz y que no imaginamos, que tal vez eso mismo forme parte
de un gran crecimiento dentro de nosotros mismos. Todo es una cadena, una
cadena de acciones, de sentimientos, de hechos, de recuerdos, de conclusiones,
de lo que sea.
Hay que vivir, muchas son las
vidas en el mundo y pocas son las personas que viven realmente. Hay que amar,
porque el amor lo mueve todo (aunque suene meloso y cursi), el amor es la
fuerza, si uno no sabe amar… ¿Cómo espera ser amado? HAY que aprender de los
sentimientos. Y por supuesto hay que reír. Porque la alegría es lo más
maravilloso que pueda haber, es lo que nos mantiene de pie cuando vienen
tiempos malos, quien sabe vivir, quien sabe amar, sabe reír y mantener la
esencia propia de lo que es la alegría.
Hoy me levanté pensando en todo
esto (sí, tengo mañanas filosóficas) y reflexioné. A veces no comprendo como es
que se me dan cosas tan buenas siendo que en tiempos pasados he tenido acciones
o actitudes lo suficientemente malas, no es que haya matado a nadie, pero me
desagrada la persona que fui hace algunos años. Tal vez la inmadurez en ese
entonces me afectó demasiado. Solo me queda vivir lo que me pasa, porque no es
broma cuando digo que estamos casi a fin de año y tengo un miedo terrible. Miedo
a todo y no soy de esas personas que se dejan intimidar por cualquier cosa. ¿Cómo
no tener miedo cuando sabes que te vas a otro lugar? Personalmente le tengo
mucho miedo a la soledad, a la idea de soledad, de sentirme sola y esas cosas.
Como sea, como ya lo dice el
título, vivan, amen y rían porque sin eso, están completamente perdidos. Podemos
cometer muchísimos errores pero si mantenemos la idea de que la alegría y el
amor son cosas más importantes, cualquier error, cualquier actitud no muy
buena, cualquier acción… puede ser remediada, perdonada, ignorada. Me gusta
pensar en eso, porque un mundo sin perdón no sería mundo. Piensen en esto, en
todas las cosas y manténganse fieles a lo que crean, y a lo que no crean. "La
risa es el mejor remedio para todo en esta vida." Eso decía mi bisabuela ¡Y
cuanta razón tenía!
La consiga de hoy es fácil: Rían,
por lo que sea, pero pasen el día con una sonrisa. Las caras largas NO están
permitidas.
Free your mind!
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