miércoles, 14 de noviembre de 2012

Brave

No sabría cómo empezar a contar esto... 

Ayer por primera vez en veinte años tuve el valor de tomar el teléfono y hacer una llamada. Pensaba que ubicarlo iba a ser fácil, pero resultó más complicado de lo que imaginaba. Muchos ya saben que soy la típica hija de matrimonio divorciado, la diferencia con algunas otras personas es que yo jamás en mi vida tuve contacto directo con mi padre. Es decir, no sé quien es, no sé qué le gusta, no tengo la más pálida idea de quién es. En fin, ayer en la noche ubiqué a una tía abuela y para mi sorpresa atendió el teléfono. Al principio todo fue confusión, no sabía qué decir. Luego como si nos conociéramos de toda la vida hablamos por casi dos horas. 

¿Qué pasa cuándo te enteras que tienes tres hermanos y además, sos tía? Estoy tan perdida que ni siquiera sé qué hacer. No sé qué va a pasar de ahora en adelante. Solo sé que si me voy a ir a hacer un trabajo voluntario por un año, donde la fe y el amor son la base de mis acciones, no me puedo ir con rencores, ni con miedos, mucho menos sin saber perdonar lo que ya paso hace mucho tiempo. Pasaron veinte años para darme cuenta que las cosas no pueden ser así. Mejor tarde que nunca... como se suele decir.

Hoy se trata de la valentía (como el título ya lo dice). A cada uno le lleva el tiempo que sea necesario tomar ciertas decisiones. Pero no sean cobardes. Se los dice una persona tan orgullosa que ha dejado pasar personas maravillosas por el simple hecho de ser, orgullosa y testaruda. A mi me llevo veinte años, a otros les lleva toda una vida pero no crezcan con rencores ni con miedos. Creo que la base de la valentía va más allá de los ideales que tenemos respecto al concepto, no se trata de ser héroes ni de ser fuertes, se trata de saber perdonar, se trata de saber aceptar las cosas.  Y por sobre todas las cosas, saber dar nosotros el paso y no esperar a los demás. No dejen que sus lazos se rompan por ser orgullosos. 

Hoy me doy cuenta que me perdí años, demasiados años. Tengo una sobrina de dos años y ni siquiera sabía que tenía una hermana. Nos perdemos tantas cosas por el orgullo, por el resentimiento y el rencor. El Sombrero tenía razón al decir que: "!El tiempo es todo un personaje!". 

La consiga de hoy es: Atrévanse a hacer algo que deseen de verdad. Dejen el miedo y piensen en el tiempo perdido, los años se puede recuperar en solo un gesto, un  par de segundos, una decisión, una simple acción. 

Free your mind!

No hay comentarios:

Publicar un comentario