martes, 13 de noviembre de 2012

Serve


¿Tú aplicas para hacer un Año Diacónico. Qué significa para ti diaconía?

La diaconía para mi es el servir. Llegar de alguna manera al corazón de las personas a través del servicio que se da con amor y dedicación. 
Esa fue mi respuesta que di cuando estaba completando el formulario para hacer el Voluntariado. Sé que muchos no comprenden porqué quiero irme un año de mi casa, de mi país; lejos de mi familia, de mis amigos, de todo. Creo que es justo contar la razón para que no hayan confusiones, ni enojos, para que conozcan un poco más de mi. En primer lugar, jamás me hubiese postulado a hacer un año Voluntario si realmente no creyera en mí misma para realizar dicho trabajo y lo más importante, si no tuviera la fe necesaria para hacerlo. Porque irse un año lejos de casa implica muchas cosas, tiene que ver con el amor, con la fe, con las vivencias y con el cambio. Mi familia me pregunta a menudo: ¿Qué pasó con la Florencia que quería hacer tal y tal cosa? Yo les digo que la gente cambia, cambia de ideas, de prioridades. No se trata de querer irme por el simple hecho de viajar. Va más allá de eso. Yo sé que lo único que quiero ahora, es poder irme y hacer lo mejor que pueda el trabajo que me den. Siento la necesidad de devolver lo que se me ha sido dado. Suena cursi y bastante sentimental pero cuando te han dado tanto, necesitas de alguna manera mostrar tu agradecimiento. Es lo que yo quiero, lograr devolver lo que alguna vez se me dio. Se trata de comenzar desde cero, de aceptar el desafío de vivir lejos de la rutina, de a lo que estamos acostumbrados. No digo que sea fácil, mi familia está pasando por un etapa de asimilación, hay muchos que no están de acuerdo, pero es una decisión tomada.

La gente cree que me tomo todo esto muy tranquila pero no es así. La verdad es que estoy asustada, no es fácil para mi tampoco darme cuenta que los días pasan, las semanas... ya estamos en noviembre y en un abrir y cerrar de ojos, estaré camino a Misiones, Argentina. ¿Me hago la fuerte? Siempre, pero la verdad es que soy muy frágil. No es fácil para mi familia, ni para mis amigos, pero tampoco es fácil para mi. Hace unos años hubiera mandado todo esto a la mierda. Porque hace unos años yo era... bueno, estaba en una de esas etapas insoportables de rebeldía. Hace un años me negaba a la creencia y a la fe, hoy llevo una cruz colgada todo el tiempo. La gente cambia, las experiencias nos cambian. Yo creo que me tocó ver y vivir cosas que tal vez no tendría que haber vivido, no siendo tan chica pero esas mismas cosas me han hecho más fuerte, me hicieron abrir los ojos y ver las cosas con más claridad. 

No se trata de una propaganda a la Iglesia o a Dios. Cada uno de nosotros cree en algo diferente, con nombres diferentes pero al fin y al cabo, son creencias, una fe que nos mueve a hacer lo que sea que debamos hacer. Dios, universo, energía, Alá, Buda... como sea, todos creen en algo, por más mínimo que sea. La fe me mueve tanto, que tomé esa decisión, irme y ver la vida de otra manera. Crecer y hacer crecer.

Hay gente preocupada, a toda esa gente solo les digo que les agradezco la preocupación, pero voy a estar bien. No todo es color de rosa, habrán buenos y malos momentos, pero la vida es así. Las buenas y las malas experiencias iban a estar presentes, tanto aquí como en Argentina. Así que dejen los dramas, las preocupaciones. Voy a estar bien. Y no lo voy a negar, van a haber lágrimas, risas, felicidad y tristeza, pero como aquí tengo amigos, allá también los tengo. Así que... no se preocupen, la vida es corta y hay algunos trenes que no pasan dos veces.

Free your mind!

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